Las Droseras, conocidas vulgarmente como atrapamoscas, son plantas insectívoras que toman sus nutrientes de la digestión de insectos. Al vivir en zonas de turbera, zonas pobres en nitrógeno, las Droseras aprovechan de los insectos principalmente los nitratos y otros nutrientes. Son plantas con gran poder de regeneración. Crecen a plena luz del día, aunque soportan la sombra.
Son pequeñas, con hojas de largos pelos móviles glandulosos de color rojo. Producen una sustancia dulzona y pegajosa que atrae y atrapa al insecto, al quedar atrapado sus movimientos hacen que los pelos próximos se giren al lugar donde se produce el movimiento, quedando el insecto aún más atrapado.